Retratos lavados por el agua.
Volúmenes de ciudades ya desaparecidas,
versos de poetas desconocidos,
grabados sin firma,
una caja hindú,
algún broche chino.
Estantes de Ikea sin barniz.
Libros en lenguas ilegibles de viajes que nunca hicimos.
Plumas de sangre azul, ahora seca.
Trofeos dando la espalda.
Brigada de libros en columna de a dos.
Luces de neón, luces sin bohemia.
La espada de Arwen
que hizo sangre del aire que nos besaba.
jueves, 23 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario